Golpes de Estado en España: Historia, Causas y Consecuencias

Golpes de estado en España

¿Sabías que España ha sido escenario de varios intentos de golpes de estado a lo largo de su historia? Estos eventos no solo han marcado la vida política del país, sino que también han influido en la cultura y el desarrollo social de la nación. En este artículo haremos un recorrido completo por los golpes de estado en España, entendiendo sus causas, consecuencias y los personajes clave detrás de estos hechos.

Índice
  1. ¿Qué es un golpe de estado?
    1. Elementos clave de un golpe de estado
  2. Los principales golpes de estado en España
  3. Pronunciamiento de Rafael del Riego (1820)
  4. La Gloriosa (1868)
  5. El golpe de Pavía (1874)
  6. Primo de Rivera y el golpe de 1923
  7. Golpe de Estado del 18 de julio de 1936
  8. El golpe frustrado del 23-F
  9. Lecciones aprendidas de los golpes de estado en España
    1. Resiliencia democrática tras el 23-F
  10. Conclusión
  11. Preguntas frecuentes
    1. ¿Cuál fue el golpe de estado más importante en la historia de España?
    2. ¿Qué fue el 23-F?
    3. ¿Qué impacto tuvo el golpe de estado de 1923?

¿Qué es un golpe de estado?

Antes de adentrarnos en los eventos específicos, es importante definir qué es un golpe de estado. Un golpe de estado ocurre cuando un grupo, generalmente militar o político, intenta tomar el control de un gobierno de manera ilegal, mediante el uso de la fuerza o coacción, sustituyendo a los actuales gobernantes sin seguir el marco legal establecido.

Elementos clave de un golpe de estado

  • Uso de la fuerza
  • Participación de fuerzas armadas o grupos organizados
  • Objetivo de controlar el gobierno
  • Violación del marco legal

Los principales golpes de estado en España

A lo largo de la historia de España, se han registrado varios intentos y éxitos de golpes de estado. A continuación, te presentamos los más relevantes:

Año Golpe de Estado Resultados
1820 Pronunciamiento de Rafael del Riego Inicio del Trienio Liberal, restauración de la Constitución de 1812.
1868 La Gloriosa Derrocamiento de Isabel II, inicio del Sexenio Democrático.
1874 Golpe de Pavía Fin de la Primera República, restauración de la monarquía.
1923 Golpe de Miguel Primo de Rivera Inicio de una dictadura militar que duró hasta 1930.
1936 Golpe de Estado del 18 de julio Inicio de la Guerra Civil Española, eventual dictadura de Francisco Franco.
1981 Intento de golpe del 23-F Fracasado intento de golpe por Antonio Tejero. Consolidación de la democracia española.

Pronunciamiento de Rafael del Riego (1820)

Pronunciamieneto de Rafael del Riego

El pronunciamiento de Rafael del Riego en 1820 fue un hito clave en la historia de España, marcando el inicio del Trienio Liberal. En un contexto de descontento generalizado, las tropas españolas estaban destinadas a sofocar las insurrecciones en las colonias americanas. Sin embargo, el malestar entre los militares creció debido a las pésimas condiciones en las que se encontraban, sin recibir el pago adecuado y sometidos a duras condiciones de vida. En este escenario, Del Riego, un coronel del ejército español, se levantó contra el régimen absolutista de Fernando VII, con el objetivo de restaurar la Constitución de 1812, también conocida como la Constitución de Cádiz, que había sido derogada por el monarca en 1814.
El movimiento iniciado por Del Riego comenzó en Cabezas de San Juan, en la provincia de Sevilla, el 1 de enero de 1820. A diferencia de otros levantamientos militares de la época, el pronunciamiento no solo tenía un objetivo militar, sino también un claro trasfondo político. Buscaba la reinstauración de un sistema constitucional y el fin de la monarquía absolutista, inspirándose en los ideales liberales que habían florecido en Europa tras la Revolución Francesa. Este golpe de estado fue exitoso en parte debido al desgaste del régimen de Fernando VII, quien enfrentaba numerosas dificultades tanto internas como externas, y a la adhesión de otros sectores del ejército y de la sociedad a la causa liberal.
La repercusión del pronunciamiento de Rafael del Riego fue inmediata. El rey Fernando VII, temeroso de perder el control total del país, se vio obligado a aceptar la restauración de la Constitución de 1812 y a jurarla públicamente en marzo de 1820. Este hecho marcó el comienzo de lo que se conoce como el Trienio Liberal (1820-1823), un periodo de tres años en los que se intentó llevar a cabo reformas liberales y consolidar un gobierno constitucional. Sin embargo, la resistencia de los sectores conservadores, la intervención de la Santa Alianza, y las tensiones internas, finalmente condujeron al fin del Trienio y a la restauración del absolutismo en 1823, cuando Fernando VII volvió a concentrar todos los poderes en su figura, desmantelando las reformas impulsadas por Del Riego y sus seguidores.

La Gloriosa (1868)

Revolución La Gloriosa

La Revolución de 1868, conocida popularmente como La Gloriosa (19 de septiembre de 1868), fue uno de los golpes de estado más significativos en la historia de España. Este levantamiento derrocó a la reina Isabel II, quien había gobernado durante un largo período marcado por crisis económicas, inestabilidad política y descontento social. La Gloriosa no fue solo un golpe militar, sino que también contó con un amplio respaldo civil. El alzamiento fue impulsado por liberales progresistas y demócratas que veían en la monarquía isabelina una fuente de corrupción y opresión. La intervención de figuras clave como el general Juan Prim y el almirante Juan Bautista Topete fue determinante para el éxito de este movimiento.

El trasfondo de La Gloriosa fue una profunda crisis económica que afectó a las clases populares, junto con una creciente oposición política. Isabel II era vista como una figura controvertida, asociada a la ineficiencia administrativa, la influencia de la iglesia católica en los asuntos de estado y un entorno cortesano corrupto. A estos problemas se sumaba el descontento de las fuerzas armadas, que habían sido marginadas en las decisiones del gobierno. La sublevación comenzó en la ciudad de Cádiz el 18 de septiembre de 1868, y rápidamente se extendió por toda España, uniendo a diversas facciones que compartían el objetivo de derrocar a la monarquía.

El resultado de La Gloriosa fue el exilio de Isabel II y el inicio del Sexenio Democrático (1868-1874), un período en el que España intentó experimentar con nuevas formas de gobierno, incluyendo una monarquía parlamentaria y una república. Tras la abdicación de Isabel, se buscó instaurar una nueva monarquía bajo el reinado de Amadeo I de Saboya, un experimento que resultaría breve y conflictivo. Aunque La Gloriosa no trajo una estabilidad política inmediata, sí marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de España, en la que se intentó modernizar el país y crear una estructura política más abierta y participativa, aunque el camino hacia una democracia estable todavía estaría lleno de obstáculos.

El golpe de Pavía (1874)

Golpe de estado de Pavía

El golpe de Pavía del 3 de enero de 1874 fue uno de los eventos más significativos en la historia política de España, pues marcó el fin de la Primera República y la restauración del régimen monárquico en el país. En un contexto de inestabilidad política y social, la Primera República había sido proclamada apenas un año antes, en 1873, tras la abdicación del rey Amadeo I. Sin embargo, las tensiones internas, los conflictos regionales y la falta de consenso entre las diferentes facciones republicanas llevaron al colapso de este experimento democrático. Ante la situación, el general Manuel Pavía, un oficial del ejército, decidió intervenir para restaurar el orden.

Pavía, al mando de una guarnición de soldados, irrumpió en el Congreso de los Diputados en la madrugada del 3 de enero de 1874, disolviendo de manera violenta la sesión parlamentaria que se estaba celebrando. Los diputados republicanos abandonaron el edificio y Pavía tomó el control del gobierno sin derramamiento de sangre, pero con un mensaje claro: la república parlamentaria había fracasado y era necesario establecer un nuevo régimen que garantizara la estabilidad del país. El golpe fue recibido con poca resistencia, ya que las divisiones internas de las fuerzas republicanas y la presión de sectores conservadores facilitaron la rápida ejecución del plan.

Tras el golpe, Pavía entregó el poder al general Francisco Serrano, quien formó un gobierno provisional con el objetivo de restaurar la monarquía. Este periodo, conocido como la República Unitaria, duró poco más de un año y terminó con la restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII en diciembre de 1874. El golpe de Pavía significó el fin de un breve y turbulento experimento republicano y el regreso de un sistema monárquico que, aunque más estable en apariencia, no resolvería las profundas divisiones políticas y sociales que seguirían afectando a España durante décadas.

Primo de Rivera y el golpe de 1923

Golpe de estado de Primo de Ribera

El golpe de estado de 1923, liderado por el general Miguel Primo de Rivera, marcó un antes y un después en la historia contemporánea de España. El 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera, que en ese momento era Capitán General de Cataluña, encabezó un golpe militar con el objetivo de poner fin a la inestabilidad política y social que sacudía al país. La corrupción, la incapacidad de los gobiernos civiles para resolver los problemas económicos y sociales, y el malestar generado por la reciente guerra de Marruecos fueron algunos de los factores que llevaron a este golpe. Primo de Rivera, respaldado por amplios sectores del ejército y por ciertos grupos políticos conservadores, justificó la toma del poder como una necesidad para salvar a España de una inminente crisis.

Primo de Rivera instauró una dictadura militar bajo el lema de "todo por la patria", disolviendo las Cortes y suspendiendo la Constitución de 1876. Gobernó España mediante decretos, concentrando todo el poder en su figura y en un Directorio Militar que reemplazó al gobierno civil. Durante su mandato, Primo de Rivera se propuso modernizar el país a través de ambiciosos proyectos de obras públicas, como la construcción de infraestructuras de transporte, electrificación y mejoras en las comunicaciones. Sin embargo, a pesar de estos avances materiales, su régimen se caracterizó por la represión de la oposición, la censura de prensa y la eliminación de libertades civiles, lo que generó un creciente malestar entre diversos sectores de la sociedad.

La dictadura de Primo de Rivera se mantuvo hasta 1930, cuando el general, incapaz de manejar las crecientes críticas y la falta de apoyo popular y militar, decidió dimitir. Su salida del poder marcó el colapso de su régimen y abrió la puerta a una serie de acontecimientos que desembocarían en la Segunda República en 1931. A pesar de los intentos de Primo de Rivera por modernizar el país, su gobierno autoritario y su incapacidad para resolver los problemas estructurales de España provocaron que, tras su dimisión, el país volviera a sumirse en un periodo de inestabilidad política que culminaría en el estallido de la Guerra Civil años más tarde.

Golpe de Estado del 18 de julio de 1936

Golpe de estado de 1936

 

El Golpe de Estado del 18 de julio de 1936 fue uno de los eventos más trascendentales en la historia de España, ya que no solo marcó el comienzo de la Guerra Civil Española, sino que también desencadenó la dictadura de Francisco Franco que gobernaría el país durante casi cuatro décadas. Este golpe fue liderado por una facción del ejército, descontenta con el gobierno de la Segunda República, que desde 1931 había intentado llevar a cabo reformas profundas en áreas como la educación, la propiedad agraria y la religión, lo que provocó fuertes tensiones con sectores conservadores, la Iglesia y los militares. Las diferencias ideológicas y políticas, que llevaban años gestándose, finalmente estallaron en una violenta rebelión armada.

El golpe se inició de manera coordinada en varias ciudades españolas, incluyendo Ceuta, Melilla, Sevilla y otras regiones donde los militares sublevados contaban con más apoyo. Aunque los golpistas esperaban una rápida victoria, la situación se tornó en un prolongado conflicto cuando gran parte del ejército y la población se mantuvo leal al gobierno republicano, particularmente en zonas urbanas como Madrid, Barcelona y Valencia. Este enfrentamiento dio lugar a la división del país en dos bandos: los republicanos, que defendían el orden constitucional, y los nacionales, que apoyaban a los sublevados y, eventualmente, a Franco como su líder indiscutible.

El fracaso inicial del golpe en tomar el control total del país fue lo que prolongó el conflicto en una guerra civil que duraría hasta 1939. En este tiempo, se vivieron episodios de gran violencia y represión por ambos lados, y se internacionalizó el conflicto con la participación de potencias extranjeras como la Alemania nazi y la Italia fascista, que apoyaron a Franco, mientras que la Unión Soviética y las Brigadas Internacionales prestaron apoyo a los republicanos. El Golpe de Estado del 18 de julio y la posterior guerra civil no solo alteraron profundamente el mapa político de España, sino que también dejaron heridas sociales y económicas que tardarían décadas en sanar.

El golpe frustrado del 23-F

Golpe del 23 F

El golpe de estado del 23 de febrero de 1981, conocido como el 23-F, es uno de los eventos más significativos en la historia reciente de España. Este golpe fallido fue liderado por un sector del ejército y la Guardia Civil, con el teniente coronel Antonio Tejero como uno de sus principales protagonistas. En un contexto de incertidumbre política y social tras la muerte de Franco y el inicio de la transición democrática, algunos sectores militares se oponían al cambio hacia una monarquía constitucional y parlamentaria. El golpe comenzó cuando Tejero irrumpió en el Congreso de los Diputados con un grupo de guardias civiles, armados, durante la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del gobierno.

El objetivo del golpe era interrumpir el proceso de democratización y restaurar una dictadura militar que frenara los avances hacia la democracia. Tejero y los golpistas contaban con el apoyo de algunos sectores del ejército y del teniente general Jaime Milans del Bosch, quien movilizó tanques en Valencia en un intento de sublevarse contra el gobierno. Mientras tanto, la situación en el Congreso era caótica: los diputados fueron retenidos bajo amenaza armada, y la tensión aumentaba tanto dentro como fuera del recinto, ya que el país estaba paralizado, temiendo un retorno al autoritarismo.

A pesar de la gravedad de la situación, el papel del rey Juan Carlos I fue determinante para detener el golpe. En las primeras horas de la madrugada del 24 de febrero, el rey apareció en televisión vestido con su uniforme militar, condenando el golpe y reafirmando su compromiso con la democracia y la constitución española. Este mensaje fue clave para desarticular el levantamiento, ya que muchos militares que apoyaban a los golpistas comenzaron a retirarse ante la postura firme del monarca. Finalmente, el golpe fracasó, Tejero fue detenido y juzgado junto con los demás implicados. El 23-F, aunque fue un momento crítico, terminó fortaleciendo la democracia en España y consolidando la figura del rey como garante del nuevo sistema político.

Lecciones aprendidas de los golpes de estado en España

A través de estos eventos, España ha aprendido duras lecciones sobre la importancia de la estabilidad política y la defensa de las instituciones democráticas. Si bien algunos golpes de estado, como el de 1981, fracasaron, sirvieron para fortalecer la democracia en el país y para que la sociedad española valore la paz y el diálogo por encima de la violencia.

Resiliencia democrática tras el 23-F

Uno de los puntos clave en la historia reciente de España fue el intento fallido de golpe de estado el 23 de febrero de 1981, conocido como el 23-F. Este evento demostró la fortaleza de las instituciones democráticas y consolidó el apoyo popular a la monarquía constitucional y al sistema parlamentario.

Conclusión

Los golpes de estado en España han sido eventos que han marcado profundamente su historia, desde las primeras revoluciones liberales hasta los intentos fallidos de los últimos tiempos. Cada uno de estos golpes ha dejado lecciones valiosas para la sociedad española, destacando la importancia de la democracia, el respeto a las instituciones y la búsqueda de soluciones pacíficas a las tensiones políticas. A pesar de su tumultuosa historia, España ha demostrado ser un país resiliente, capaz de superar sus crisis internas y avanzar hacia un futuro más estable y democrático.

Preguntas frecuentes

¿Cuál fue el golpe de estado más importante en la historia de España?

El golpe de estado del 18 de julio de 1936 es considerado el más significativo debido a que desencadenó la Guerra Civil Española y dio paso a la dictadura franquista, que duró casi 40 años.

¿Qué fue el 23-F?

El 23-F fue un intento fallido de golpe de estado que tuvo lugar el 23 de febrero de 1981. Fue liderado por Antonio Tejero, un guardia civil que intentó tomar el Congreso de los Diputados, pero su intento fue rápidamente frustrado.

¿Qué impacto tuvo el golpe de estado de 1923?

El golpe de estado de 1923, liderado por Miguel Primo de Rivera, estableció una dictadura militar que duró hasta 1930 y cambió la estructura política de España al disolver las instituciones parlamentarias.

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